La apertura de la temporada de esquí alpino en Austria tuvo que demorarse por la irrupción de activistas medioambientales durante la segunda carrera.
El arranque de la temporada de la Copa Mundial masculina en Obergurgl, Austria, se vio opacado por irrupción de activistas climáticos en la definición. En la línea de meta, esparcieron un polvo rojo sobre la nieve, deteniendo brevemente la competencia pero a raíz de eso se generó un enfrentamiento con los esquiadores, donde la policía rápidamente controló la situación.
‘Letzte Generation’, un grupo activista que busca destacar la urgencia climática, obligó a frenar la carrera para mostrar su mensaje contra el cambio climático, y si bien fue por unos minutos, las tensiones no aflojaron entre los esquiadores y afectó la jornada. El austriaco Manuel Feller finalmente se quedó con la victoria, pero el incidente generó un debate por la convergencia en este tipo de eventos entre deporte, política y conciencia ambiental.
Entre las reacciones de los esquiadores se vio al noruego Henrik Kristoffersen, visiblemente enojado por la situación, que fue la imagen del día. El mundo del esquí alpino, normalmente asociado con la tranquilidad, se vio afectado esta jornada por las protestas climáticas.
La industria de la nieve es una de las más afectadas por la crisis climática global, en este punto, cada vez más se presiona a que se tomen medidas frente al cambio climático. La FIS, que es acusada de greenwashing, recibió a principios de año una carta abierta firmada por más de 500 atletas que le exigieron que haga más en pos del medio ambiente.
Finalmente fue victoria para Feller, seguido por Marco Schwarz y Michael Matt. La protesta generó un mal clima, pero Feller mantuvo la calma para quedarse con el primer titulo de la temporada alpina, donde hubo muchas sensaciones: ilusión, tensión, adrenalina y las crecientes preocupaciones ambientales.
