En los años 90, China contaba con unos pocos centros de esquí. Hoy tiene más de 700 y supera a cualquier país del mundo en cantidad de resorts. Si bien la mayoría de ellos solo tienen uno o dos medios de elevación, no deja de sorprender el crecimiento del esquí en los últimos 30 años.
De cara a los Juegos de Invierno de Beijing 2022, Xinhua, la agencia estatal china, dio a conocer algunas historias de cómo el esquí cambió la vida en las zonas más recónditas del país.
Uno de los ejemplos citados es el de un hombre, Xie Zhiping, que comenzó la construcción del resort de Qixingling, en el este de China. Con financiación comunitaria recaudó casi 20 millones de yuanes (3,1 millones de dólares) para cambiar la vida en su aldea.
Sus esfuerzos dieron fruto cuando se abrió el centro de esquí de 26.000 metros cuadrados en 2017. En la temporada siguiente funcionó durante 78 días y lo visitaron más de 60 mil turistas, generando ingresos por 12,2 millones de yuanes y dando puestos de trabajo a alrededor de 50 aldeanos.
Otra de las historias menionadas es la de Zhe Liancheng, un fanático del esquí que vive cerca de la montaña Liupan, en la región autónoma de Ningxia Hui.
La región de Xihaigu, en Ningxia es una de las zonas más pobres de China. Con la construcción de 11 centros de esquí, le permitió a más de 500.000 personas conocer los deportes de invierno en Ningxia.
En 2018, el gobierno de Xi Jinping anunció el objetivo de que 300 millones de personas conocieran los deportes de invierno para cuando comiencen los Juegos Olímpicos. Durante esta temporada, se espera que China alcance los 230 millones de turistas de nieve, informó Xinhua.
Según un informe publicado en enero por la Academia de Turismo China, se esperan ingresos 390.000 millones de yuanes (60.370 millones de dólares) por el turismo invernal.
Fuente: Xinhua.