ENTREVISTA A: TIZIANO GRAVIER
“Esquiar es satisfacción y libertad”
La promesa del esquí argentino charló mano a mano con nosotros y nos contó sobre su experiencia en los JJOO de invierno, sus objetivos y que desea que la cultura del esquí crezca aún más en Sudamérica.
El atleta olímpico argentino nos contó cómo se enamoró de la nieve: “arranqué a esquiar en Bariloche, en la escuelita, mi papá nos hacía practicar muchos deportes, a mi hermano Baltazar le gustaba mucho esquiar y yo lo seguía, era un hobby".
"A medida que fui creciendo cada vez me gustaba más, empecé con los campeonatos nacionales y a los doce años ya corría los sudamericanos, cuanto más nivel agarré, más me gustó”.
LEJOS DE CASA
Con el paso del tiempo, Tiziano se decidió por practicar esquí profesionalmente.
Al implicar un gran esfuerzo y mucha dedicación, nos comentó que está muy poco en su casa y que estudia a distancia en una universidad que tiene programas para deportistas de alto rendimiento.
“Cuanto más me profesionalicé esa vida de chico de Buenos Aires se me fue alejando, el último año estuve cinco meses en mi casa. Cada vez me lleva más tiempo”.
Agregó que no es fácil estar lejos de la familia y la casa, y lo comparó con la vida de los tenistas destacando que es clave el apoyo del equipo porque estás viajando constantemente.
Sin embargo, esos momentos de satisfacción hacen que todo valga la pena: “Hace años me preparaba para un evento como el de Lausanne y cuando llegué y vi lo que era, dije: yo siempre quise estar acá”.
¿Cómo estás hoy en cuanto a tu nivel?
“Tengo mucho más para dar en cabeza, nivel y físico; si bien vengo creciendo sostenidamente. Cuando voy a competir afuera, en esos eventos, te dan ganas de más. Ver a los cracks de cerca te hace sentir que son iguales a vos y que los poder vencer”.
“Antes de largar siento que me quema el pecho, es un fuego que me recorre el cuerpo, es cómo mucha energía contenida, acumulada”.
Cuando le consultamos sobre sus próximos objetivos, fue muy claro y no le escapó a la responsabilidad y al desafío reconociendo que llegar a los juegos olímpicos de mayores en febrero próximo es su meta.
La pandemia frenó un poco el entrenamiento de todos los atletas a nivel mundial, sin embargo, el invierno pasado pudo ir a entrenar con el equipo argentino a la Patagonia y recién en noviembre llegó a Europa donde entrenó en Suecia y en Italia.
“Antes de largar siento que me quema el pecho, es un fuego que me recorre el cuerpo, mucha energía contenida acumulada”.
¿Hay diferencias en competir en Sudamérica y en Europa?
“El esquí es un deporte de adaptación, hay muchas variables en juego en una competencia. Hay cambios permanentemente, la pista, la nieve, el clima, todo puede variar”.
Con respecto a esto nos comentó que se le hace más fácil competir en Sudamérica porque estás de local, pero que sin embargo, le gusta ir afuera porque las carreras tienen el mejor nivel, son todas un desafío.
Le preguntamos cómo veía al equipo argentino respecto a las potencias y nos dijo que ellos son “grosos” pero que estamos cada vez mejor, enfatizó en que tenemos una cordillera impresionante, “en naturaleza y pistas no tenemos nada que envidiarle a nadie, hay buenas bases, se está haciendo un buen trabajo”.
Repitió: “Tuve la suerte de poder viajar a Europa, Canadá y muchos lugares, no tenemos que envidiarle nada a nadie. Me encantaría que crezca la cultura del invierno en Sudamérica. Nuestro grano de arena es mejorar los resultados y representar al esquí. Siento que estamos debajo de lo que podríamos ser, tenemos mucho potencial. De donde se pueda hay que aportar a que crezca el esquí en nuestro país”.
“Todavía tenemos mucho para hacer en la historia del esquí argentino”.