Bajo la lluvia y en una pista complicada, Alexander Steen Olsen se quedó con la victoria en el gigante nocturno de Schladming, logrando un victoria histórica para Noruega y metiéndose de lleno en la pelea por el Globo de Cristal.
El noruego Alexander Steen Olsen se llevó su segundo título de la temporada en la Copa del Mundo de la FIS, después de adaptarse mejor que nadie a las condiciones complicadas del gigante de Schladming. La carrera, con lluvia, nieve blanda y un trazado acortado, puso a prueba a todos, pero el esquiador de Rossignol supo manejarlo como de la mejor manera.
El clima complicó la prueba. La organización tiró sal para endurecer la pista después de un día pasado por agua y nieve, pero la cosa seguía muy desafiante. Encima, recortaron el circuito en 15 puertas, lo que lo hacía todavía más impredecible. Pero a Steen Olsen pareció no importarle. “Era mi día o no lo era”, dijo después de la carrera. “Me enfoqué en esquiar y no en preocuparme tanto por las puertas”.
Y funcionó a la perfección. Después de dos cuartos puestos en años anteriores, por fin logró llevarse la victoria en Schladming.
Por primera vez en la historia, Noruega metió a dos esquiadores en el podio de un Gigante en Schladming. Henrik Kristoffersen, otro crack noruego, quedó segundo, a 39 centésimas de su compatriota. “Felicitaciones a Alexander, su segunda manga espectacular”, dijo Kristoffersen, que con este resultado llegó a su podio número 92 en la Copa del Mundo.
El suizo Marco Odermatt completó el podio en tercer lugar. En la primera manga cometió errores que lo dejaron 12º, y aunque remontó en la segunda, no logró repetir la épica de 2024, cuando pasó del puesto 11 al 1 en este mismo circuito. “Hoy tuve suerte. Fue una carrera ajustada”, reconoció el suizo, que sigue liderando la clasificación.
Con esta victoria, Steen Olsen se acomodó segundo en la tabla de la Copa del Mundo de slalom gigante, superando a Kristoffersen y quedando a 71 puntos de Odermatt. La pelea por el Globo de Cristal está a pleno, con varias carreras clave por delante que definirán al campeón de la temporada.
Schladming dejó un capítulo inolvidable, con un Steen Olsen que demostró que cuando las condiciones se ponen pesadas, él está listo para triunfar.
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