Tras la presión del Comité Técnico Científico, el ministro de Sanidad, Roberto Speranza, pospuso la apertura de los resorts para el 18 de enero. Una decisión que no cayó para nada bien en el sector de la nieve, que necesitará apoyo del estado para sobrevivir.
“Estamos disciutiendo cómo apoyar al sector”, dijo la viceministra de Economía, Laura Castelli en relación a la industria de la nieve.
“Estamos analizando cómo otros países europeos han lidiado con las fuertes pérdidas esta temporada. Fue una importante oportunidad de discusión, para comprender a fondo los problemas de una cadena de suministro que funciona casi exclusivamente en invierno y que, por lo tanto, no se vio particularmente afectada por las limitaciones anteriores”.
Donatella Conzatt, senadora de Trentino, consciente de la crisis de la industria, se comprometió a tratar de encontrar una solución. “El sector de la montaña está paralizado, necesita ayuda económica porque es la temporada de invierno cuando se genera más del 85% de la facturación. Esto aplica al rubro hotelero, a los medios de elevación y más aún a los instructores de esquí”.
Es por eso que la senadora, presentó una serie de agendas para abordar el tema. “Incluso si las pistas reabren el 18 de enero con la prohibición de viajar entre regiones y sin turismo extranjero, está claro que el año laboral de los instructores sería cero. Hay 3000 en Trentino, de los cuales 2300 trabajan exclusivamente en la temporada de invierno. Estamos trabajando para que el Decreto Ristori-5 tenga intervenciones importantes para apoyar y restaurar el sector de la montaña”.