Los centros de esquí neozelandeses, que se encontraban cerrados desde el 18 de agosto, reabrieron después de que el gobierno de ese país redujera las restricciones. Para su suerte, ahora los pronósticos anuncian importantes nevadas.
Con gran parte de la temporada cerrada por la pandemia, los resorts de Nueva Zelanda volvieron a operar sus medios. Con los protocolos activados, todas las montañas deben cumplir con las pautas de salud pública establecidas por el Gobierno, que incluyen cubrimientos faciales obligatorios en interiores y distancia social de 2 metros.
Después de la buena noticia, más novedades sorprendieron a los esquiadores kiwis: se pronostica que una gran tormenta de primavera afectará tanto al norte como al sur del archipiélago y dejará una cantidad significativa de nieve en los centros turísticos de todo el país del 11 al 14 de septiembre. Este temporal podría traer nevadas récord en Mt. Cook, el pico más alto de neozelandés.
La nieve debería comenzar en la mayoría de las regiones montañosas por encima de los 1.800 metros. Según indican los meteorólogos locales, la precipitación comenzará el 12 de septiembre y se irá moviendo progresivamente hacia el norte a medida que avance la tormenta.
En cuanto a los totales esperados, se pronostican entre 35-65 cm. La mayoría de los resorts deberían tener suficiente nieve para tener muy buenas condiciones para los siguientes días.
Sin embargo, la parte más pesada de la tormenta caerá en las elevaciones más altas, como Mt. Cook (de 3.724 metros) que podría batir récords. El 11 de septiembre, se esperan alrededor de 450 cm. en 24 horas para la montaña más alta de Nueva Zelanda.
Esta tormenta de primavera va a caer muy bien después de casi un mes sin poder rayar la montaña. En los complejos de esquí de mayor altitud, esperan la nevada con los brazos abiertos.