La montaña todavía no se vistió de blanco como se esperaba, y eso empieza a sentirse fuerte en la industria del turismo. A pesar de las reservas, el clima no ayuda y la preocupación crece.
Después de una nevada importante a fines de junio, el invierno se quedó sin sorpresas en Mendoza. La nieve, que siempre es el gran imán para esta época, brilla por su ausencia en buena parte de la provincia, y eso se nota tanto en las laderas marrones como en los niveles de ocupación. Los centros de esquí funcionan a media máquina y los hoteles y restaurantes están con menos movimiento de lo que soñaban para estas semanas clave.
Aunque hay zonas del sur y de alta montaña donde las reservas llegan al 80%, en la capital y alrededores no superan el 25%. El sector turístico está en alerta. Mendoza es un destino que funciona todo el año, pero en vacaciones de invierno, sin nieve, pierde fuerza frente a otras opciones.
Hoy por hoy, Las Leñas solo tiene algunas pistas abiertas ya que gracias al frío de las noches, logran fabricar nieve artificial y mantener algunos trazados habilitados. Pero la mayoría de las pistas principales siguen cerradas, a la espera de nuevas nevadas.
En Penitentes, el panorama es complicado. Aunque ahora se llama Penitentes Park y tiene nueva concesión, este año no hay medios de elevación ni pistas disponibles. Solo se ofrecen servicios básicos: baños, comida y estacionamiento. El grueso de la infraestructura se espera recién para el año que viene.
En Los Puquios, la nieve también escasea. Hay una pista de trineo con nieve artificial y poco más. Desde el centro aseguran que por ahora el parque está funcionando de forma parcial, con precios promocionales.
Desde el Ente de Turismo de Mendoza admiten que el clima no acompañó y que, aunque hay movimiento, la ocupación no es la mejor. Algunas cámaras turísticas calculan un promedio de apenas el 50%.
Si bien no se descarta que entre la segunda mitad de julio llegue una nueva ola polar, el reloj corre. Las vacaciones ya arrancaron en muchas provincias y Mendoza todavía no ofrece esa postal blanca que muchos vienen a buscar.
Mientras tanto, la campaña con eslóganes como “Manso destino” o “Mansas nevadas” sigue dando vueltas, pero por ahora, la nieve no termina de aparecer.
