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Manuela Roncallo: la pasión por el esquí que trasciende fronteras

Por Lucas Zabaleta

 

Manuela Roncallo, trabajó en destinos tan diversos como Japón, USA, Andorra y Argentina. A través de una carrera marcada por competencias y enseñanza, logró combinar su pasión por el freeride con la enseñanza, adaptándose a las distintas culturas y montañas del mundo.

 

Con más de 15 temporadas de experiencia, Manuela Roncallo viene consolidándose como una referente en el mundo del esquí. Trabajó en algunas de las montañas más icónicas de países como USA, Japón, Andorra y Argentina, llevando su pasión y conocimiento a cada rincón del planeta. Pero Manuela no solo es una gran instructora, también es una competidora nata, habiendo ganado el Tour Sudamericano de Freeride, entre otros logros.

En una charla reciente, Manuela nos contó cómo fue su camino para llegar hasta donde está hoy. Cuando le preguntamos por el destino que más la marcó, su respuesta fue clara: Japón. “Fue un choque total con todo lo que conocía”, admitió. Desde la cultura y sus tradiciones, hasta las condiciones de nieve tan particulares, cada aspecto fue un desafío que la obligó a replantear su forma de enseñar. “Fue como aprender a dar clases desde cero otra vez”, recordó.

 

 

La capacidad de adaptarse a diferentes culturas fue clave en su carrera. Para ella, lo esencial es que sus alumnos disfruten de la montaña de manera segura y aprendan, pero reconoce que las diferencias culturales afectan el vínculo. “En Argentina somos más de tocar, de generar confianza con contacto físico, mientras que en Japón eso sería mal visto. Son mundos totalmente distintos”, explicó.

Uno de los hitos más grandes en la carrera de Manuela fue su victoria en el Tour Sudamericano de Freeride, una disciplina donde no hay pistas marcadas y se baja por terrenos salvajes. “Ganar fue increíble, un sueño hecho realidad”, confesó. Desde chica, siempre le encantó el freeride, pero las competencias en Sudamérica no existían hasta hace poco. Ahora, con esa victoria bajo el brazo, sigue empujando sus límites en esta disciplina que combina técnica y destreza mental.

 

 

Su enfoque en la enseñanza es tan variado como sus experiencias. En Japón, por ejemplo, incorporó técnicas locales y los combinó con métodos más modernos, mientras que en Andorra se dedicó a personalizar las lecciones según las necesidades de sus alumnos. “A veces, con solo ver cómo camina una persona hacia mí ya me doy cuenta de muchas cosas. Luego, con algunas preguntas clave, puedo adaptar la clase para que se sientan cómodos, aprendan y se diviertan”, explicó.

Hoy, Manuela sigue desafiándose a sí misma. Sus objetivos a futuro incluyen seguir creciendo como instructora y poder competir en más torneos de freeride. “Me gustaría llegar cada vez más lejos y estar entre las mejores del mundo”, comentó. Y aunque reconoce que es difícil encontrar el equilibrio entre dar clases y entrenar para las competencias, su amor por el esquí la motiva a seguir adelante.

 

 

Manuela Roncallo no solo se destaca por su habilidad técnica, sino por la pasión que transmite a cada uno de sus estudiantes. Con una carrera que sigue en ascenso, no cabe duda de que seguirá dejando huella en el mundo del esquí por muchos años más.

¡Muchos éxitos Manu!

 

 

 

 

 

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