A los 40 años, Lindsey Vonn volvió a las pistas para demostrar que su talento sigue intacto. En St. Anton, se metió entre las mejores y dejó claro que su historia en el esquí todavía no termina.
Con pocas competencias encima desde su vuelta, Lindsey Vonn está demostrando que todavía tiene mucho para dar en el esquí de alta competencia. Este fin de semana en St. Anton, Austria, la estadounidense logró un sexto y un cuarto puesto en la Copa del Mundo, tras estar años fuera de las pistas.
El sábado, Vonn quedó sexta en el descenso, donde acumula el récord de 43 victorias. Aunque no fue perfecta, ella misma lo reconoció tras la carrera, dijo: “Fue divertido. Igual sé que puedo ser más rápida”.
El domingo, en el Super G, quedó cuarta, detrás de Federica Brignone, Stephanie Venier y su compatriota Lauren Macuga, que sorprendió a todos llevándose su primera victoria en la Copa del Mundo a los 22 años. Para el equipo de USA, fue un día redondo, con dos corredoras en el top 5.
Desde que anunció su vuelta en noviembre pasado, Vonn no la tuvo fácil. Luego de una cirugía de reemplazo parcial de rodilla, aprovechó una regla de la FIS para su vuelta a la Copa del Mundo. Pero su decisión generó polémica. Ex leyendas como Pirmin Zurbriggen y Franz Klammer cuestionaron su vuelta por su estado físico. Lejos de achicarse, Vonn respondió en las redes: “¿Todos se hicieron médicos y yo no me enteré? Hablan como si supieran más que los mejores especialistas del mundo”.
Sus resultados hasta ahora (14º, 6º y 4º puesto) dejan claro que todavía está para competir al más alto nivel. La temporada recién empieza, y aunque el podio todavía no le llegó, Vonn dejó en claro que sigue siendo una de las grandes.
Ver esta publicación en Instagram