En sintonía con la Cumbre del Cambio Climático – COP26, la Federación Internacional de Esquí (FIS) anunció que se convertirá en la primera Federación Internacional de Deportes Climáticamente Positivos para 2022, a través de su Iniciativa FIS Rainforest.
Esta acción, compensará la huella de carbono de la federación a través de proyectos de conservación de la selva tropical, inicialmente en las comunidades asháninka en el Amazonas.
“Fue una prioridad absoluta para mí cuando fui elegido presidente de la FIS tener un impacto inmediato y significativo en la sostenibilidad de nuestro deporte”, dijo el presidente de la FIS, Johan Eliasch. “Este no es solo un deber que tenemos como buenos ciudadanos del mundo, sino que hoy se convirtió en un requisito previo para ser un deporte atractivo, especialmente para las generaciones más jóvenes”.
Según indicaron desde el máximo organismo del esquí mundial, llevaron a cabo una auditoría interna de la huella de carbono de sus competiciones organizadas durante una temporada completa. Con base en los datos recibidos de varios organizadores, pudieron estimar la Huella de Carbono en sus miles de eventos y tomar medidas para mitigar el impacto de estos eventos en el clima.
La Iniciativa FIS Rainforest tiene como objetivo prevenir la deforestación equivalente a las emisiones de carbono estimadas que generan las actividades FIS cada año.
“FIS dio el primer paso crítico para hacer que el clima de nuestra Organización fuera positivo”, dijo Eliasch. “Pero en el futuro, la responsabilidad será compartida entre la FIS y los organizadores. Nuestro objetivo final es equipar a nuestras Partes Interesadas con las herramientas para minimizar su Huella de Carbono”.
“Como deporte de invierno al aire libre, FIS tiene el deber de ser un modelo a seguir en el área de la sostenibilidad y tomar la iniciativa en la protección de nuestro medio ambiente”, dijo Eliasch y agregó: “Esperamos que al tomar medidas ahora, otros sigan nuestros pasos. No hay tiempo que perder, ahora es el momento de actuar”.
Además, la federación se comprometió a reducir a la mitad sus “emisiones directas e indirectas de gases de efecto invernadero” para 2030. Su compromiso anterior era reducirlas en un 45 por ciento para el mismo plazo, de acuerdo con el Acuerdo de París de 2015.