El TAS obligó a la FIS a dar marcha atrás y habilitar la participación de atletas rusos y bielorrusos como neutrales rumbo a Milán-Cortina 2026, reabriendo una clasificación que hasta hace semanas parecía completamente cerrada.
La previa olímpica sumó hoy un giro que nadie veía venir. El Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) resolvió que los atletas rusos y bielorrusos puedan competir en los eventos clasificatorios de la Federación Internacional de Esquí y Snowboard (FIS) rumbo a Milán-Cortina 2026, siempre bajo el estatus de Atletas Neutrales Individuales (AIN). Una decisión que golpea la posición que la FIS había sostenido hasta hace apenas unas semanas, cuando había ratificado la prohibición total.
La resolución del TAS no solo les abre la puerta a los clasificatorios, sino también a los propios Juegos Olímpicos y Paralímpicos, siempre que cumplan con las condiciones de neutralidad que exige el COI. Básicamente, si pasan todos los filtros, la FIS tendrá que dejarlos competir.
La FIS reconoció enseguida la decisión del TAS y habilitó el proceso para que los atletas afectados puedan solicitar ser considerados AIN. La política dice:
Todo eso queda en manos de un comité de la FIS encargado de revisar caso por caso. Cuando se apruebe una solicitud, el nombre del atleta se va a publicar en la web oficial. Además, los puntos FIS de rusos y bielorrusos quedarán protegidos hasta junio de 2026.
Hace muy poco, la FIS había decidido mantener el veto total para toda la temporada 2025/26, incluso bajo estatus neutral. Esa medida dejaba a los deportistas rusos y bielorrusos sin ninguna posibilidad de sumar puntos o aparecer en los rankings, que son el único camino de clasificación a los JJ.OO. La votación había sorprendido porque se rumoreaba una flexibilización, pero la mayoría del Consejo dijo que no.
La reacción rusa fue inmediata: denunciaron discriminación y avisaron que iban a avanzar legalmente. Con este fallo, el TAS les dio la razón y obligó a la FIS a reabrir la puerta que había cerrado.
El movimiento también sigue la línea de otras decisiones recientes —como la que afectó al luge— donde el TAS dejó en claro que las sanciones generales por nacionalidad son difíciles de sostener jurídicamente. Según el tribunal, cada caso debería analizarse individualmente.
Con Milán-Cortina a la vuelta de la esquina, el mapa olímpico vuelve a moverse. El deporte y la política chocan otra vez en pleno año decisivo. Lo único seguro es que, desde hoy, la carrera hacia 2026 vuelve a tener a rusos y bielorrusos en la línea de partida.
