Un estudió reveló que el riesgo de contagiarse de coronavirus en una cabina es 100 veces menor al de un día laboral en una oficina para dos personas.
Científicos de los Laboratorios Federales Suizos de Materiales, Ciencia y Tecnología (EMPA) llevaron a cabo una investigación en el centro de esquí de Engelberg, sobre los riesgos de transmisión SARS-Cov-2 en diferentes medios de elevación.
Hallaron que las ventanas cerradas, los viajes largos y un gran número de personas en los medios aumentaban los riesgos de contraer el virus en cabinas de diferentes tamaños.
Sin embargo, el riesgo de contagiarse el virus en un viaje de 12 minutos en una cabina con ventanas abiertas es 1.000 veces menor que en una cena de ocho personas en un espacio cerrado, resaltó el estudio de la EMPA.
Los científicos utilizaron sensores de presión para medir los flujos de aire en tres tipos de remontes cerrados: una góndola de 5 m3 que puede transportar ocho personas, una cabina mediana de 40 m3 y una más grande de 50 m3 para 80 pasajeros.
Las pruebas evidenciaron que con las ventanas de la cabina abiertas, el aire se intercambiaba 138 veces por hora en la cabina más chica, 180 veces en la mediana y 42 veces en la más grande. La mala ventilación se debía a que sólo algunas tenían claraboyas en el techo y las ventanas estaban cerradas.
Los resultados fueron mucho mejores en comparación con un vagón de tren, por ejemplo, donde el aire se renueva en promedio 7-14 veces por hora. En una oficina, ocurre solo dos veces por hora.
Al comparar los tres medios muestreados, el riesgo de contraer el virus es más o menos similar, reveló el estudio. Esto se debe a que los viajes en grandes teleféricos son generalmente más cortos que los que se realizan en góndola. Sin embargo, con las ventanas cerradas, el riesgo aumenta considerablemente, aseveraron los expertos.