Cada temporada, los centros de esquí destinan enormes cantidades de dinero en nuevos medios de elevación y sistemas de fabricación de nieve. Este 2020/21 poco se hablará de las inversiones en infraestructura pero sí de los costos durante la pandemia del coronavirus.
Entre los que más gastaron hasta el momento, Mammoth Mountain, en California, informó haber desembolsado más de un millón de dólares en medidas relacionadas con el virus. Ischgl, en Austria, además de retrasar su apertura al 17 de diciembre, tuvo gastos por más de 700 mil euros.
Los centros de esquí, que están haciendo todo lo posible para garantizar la seguridad y el distanciamiento social de sus visitantes, tuvieron que reducir el número de personas permitidas en la montaña, en los medios de elevación y en los servicios de comidas, perjudicando sus ingresos y aumentando considerablemente sus costos.
Con grandes inversiones en maquinaria de desinfección de los medios, sistemas online para la compra de pases y aplicaciones móviles que muestran en tiempo real las filas de esquiadores, los centros de esquí tuvieron que elevar sus costos para tratar de que no se propague el virus en las pistas.
Siguiendo esta línea, el centro de esquí White Pass propuso el lema: “No seas la razón por la que perdamos nuestra temporada”. En Keystone, buscaron otro mensaje: “estamos todos juntos en esto”.