La Copa del Mundo abrió la temporada en el glaciar Rettenbach y el suizo se quedó con su tercera victoria en Sölden, superando por apenas 0.24 al local Marco Schwarz. Con esta actuación, el número uno del mundo dejó en claro que sigue siendo el gran candidato al Globo de Cristal en 2025/26.
Después de tanta espera volvió la Copa del Mundo de esquí alpino y, como marca la tradición, la primera fecha se disputó en Sölden, en el glaciar Rettenbach. Y si algo dejó claro el arranque de temporada es que Marco Odermatt sigue siendo el hombre a vencer: el suizo se quedó con su tercera victoria en esta pista mítica y arrancó el invierno defendiendo su posición como número uno del mundo.
El público austríaco llegó esperando festejar en casa, y parecía posible porque el nivel de Marco Schwarz fue altísimo y quedó a solo 0.24 del triunfo, firmando su mejor actuación en años después de un largo proceso de recuperación. Pero ni las nevadas, ni la visibilidad complicada, ni la presión del público frenaron a Odermatt, que ya en la primera manga había marcado territorio y terminó confirmándolo en la segunda.
“Ganar nunca se vuelve algo normal. Siempre hay mucho trabajo detrás, sobre todo después de un verano largo en el que no sabés en qué nivel estás”, dijo el suizo después de la carrera. Sobre las condiciones adversas dijo: “Fueron difíciles, por la visibilidad y la nieve, pero a mí generalmente me gustan estas carreras duras”.

El tercer lugar quedó para el noruego Atle Lie McGrath, que volvió a subirse al podio en la apertura de temporada gracias a una gran segunda bajada. “Lo llamamos clima vikingo: cuando está así, no queda otra que ir para adelante”, explicó.
Del lado austríaco, más allá del segundo puesto de Schwarz, también hubo festejo por el sexto lugar de Raphael Haaser, su mejor resultado histórico en gigante. Para Francia, la sonrisa vino con Thibaut Favrot, que terminó cuarto y logró su mejor performance en casi cuatro años. Entre los nombres fuertes, no todos arrancaron finos: Henrik Kristoffersen fue séptimo sin poder adaptarse del todo a la visibilidad, y Loic Meillard quedó 14°, lejos del nivel con el que había cerrado la última temporada.
Entre los sudamericanos, Lucas Pinheiro Braathen y Tiziano Gravier, el brasileño buscaba arrancar con el pie derecho la temporada, pero un error en la parte clave del trazado lo dejó afuera antes de tiempo. En tanto, el argentino no pudo meterse entre los clasificados para disputar la primera manga.
Para Odermatt, esta victoria no solo lo posiciona en el arranque de la lucha por un nuevo Globo de Cristal, sino que también sigue sumando récords: igualó a Hermann Maier con tres triunfos en Sölden y ahora tiene lo a Ted Ligety —máximo ganador, con cuatro— en la mira. Después de unos meses sin victorias en gigante, el suizo volvió a lo más alto apenas comenzó la temporada.
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